Uno de los problemas más comunes
en nuestra boca es cómo eliminar las
manchas de los dientes. A medida que pasa el tiempo suelen aparecer en
nuestra boca y lo más común es que se debe a factores externos, relacionados
con nuestros hábitos alimenticios o nuestra dieta.
Las manchas en los dientes son un
problema muy común y puede tener su origen por diferentes causas. De acuerdo
con el origen de las mismas, podría ser simplemente una cuestión estética o el
reflejo de algún tipo de problema de salud.
En este artículo descubriremos
qué tipo de manchas hay, porque se producen cada una de ellas y cuáles son las
posibles soluciones al respecto.
No hay que ignorar este hecho
porque pueden indicar problemas más graves en nuestra boca. Adicionalmente, son
anti-estéticas y causan que la sonrisa pierda su blancura original y su
apariencia saludable.
¿Que produce las manchas en los
dientes?
Por regla general, la principal
razón de las manchas dentales es la falta de higiene bucal, pero también hay
hábitos, alimentos y medicinas que pueden decolorar nuestros dientes.
Conocer todas estas causas nos
ayudará a evitar las manchas en los dientes, aunque es probable que con el paso
de los años los dientes pierdan el color blanco uniforme que tenían cuando
estábamos más jóvenes.
¿Cuáles son los tipos de manchas podemos encontrar?
Manchas blancas
La aparición de manchas blancas
en los dientes puede deberse a una serie de factores diversos con los que se
puede encontrar fácilmente todo tipo de manchas. Por una parte, pueden deberse
a una mala nutrición, que se traduce en una escasez de calcio o hierro. Pero
también pueden aparecer a consecuencia de una caries que hace que el esmalte se
descalcifique.
Por otra parte, se puede deber
también a un exceso de flúor en la infancia, durante el desarrollo de los
dientes.
El exceso de flúor puede provocar
fluorosis, que es una alteración que ocasiona la formación de pequeñas manchas
blancas en los dientes y que perduran hasta la edad adulta.
Manchas amarillas
Por lo general, esta clase de
manchas son causadas por ingerir alimentos ácidos como limón, naranja, lima,
vinagre u otros alimentos del mismo tipo. Esta clase de alimentos desgasta la
capa de esmalte, haciéndola más fina y dejando visible la dentina, con su color
amarillo.
Las manchas también pueden ser
causadas por el uso de tetraciclinas. Es un antibiótico que se utiliza para
prevenir las infecciones respiratorias y del tracto urinario, las cuales
afectan al estómago, o enfermedades de la piel como el acné. Fue administrado
de manera masiva durante los años 60 y 70.
Los pacientes suelen presentar
decoloraciones en los dientes debido a esta droga.
Por otra parte, el amarillamiento
de los dientes también puede ser debido a un golpe, ya que provoca necrosis y
pérdida de vitalidad.
Manchas marrones
Estos puntos suelen ser muy
visibles ya que son más oscuros que el resto del esmalte del diente. Por lo
general son superficiales, de modo que son más fáciles de eliminar y son
ocasionados por el consumo de café, té o tabaco.
¿Puedo borrar las manchas de mis dientes?
Las manchas en los dientes son
mas sencillas de eliminar de lo que pensamos. Para poder eliminarlas, hay que
determinar el origen y la extensión de las mismas.
Es importante consultar a un
dentista que esté especializado en odontología cosmética. De este modo, una vez
que realice un examen oral y haga un diagnóstico, se podrá establecer el
tratamiento más adecuado para cada caso en particular del paciente.
Limpieza profesional
Como existen muchas formas de
realizar una limpieza dental, la higiene dental debe hacerse de forma muy
precisa para que el tratamiento resulte efectivo. La duración del tratamiento
dependerá del paciente y, como norma general, se emplea el cepillado con una
pasta especial y un aeropulverizador de bicarbonato, aunque también se pueden
encontrar otras técnicas.
Esto permite eliminar las manchas
superficiales que se hayan podido adherir al diente por causa del café, el té o
el tabaco y así recuperar su blanco natural.
Las decoloraciones también pueden
ser solucionadas con el blanqueamiento dental. Existen varios tipos de
tratamientos de blanqueamiento.
Por ejemplo, podemos hacer un
blanqueamiento combinado, con una duración de un mes. Es un tratamiento que se
basa en el uso de férulas con gel blanqueador y que el paciente deberá ponerse
en su casa, y se harán sesiones de luz fría en la clínica, para potenciar la
acción de las férulas.
Al comienzo de este tratamiento
hay que incluir también una higiene oral profesional para que los dientes se
conserven limpios y en las mejores condiciones para que el blanqueamiento
dental se mantenga durante más tiempo y sea mucho más eficaz.
Carillas Dentales
Dependiendo de la causa y el tipo
de mancha, se pueden utilizar carillas de porcelana o de composite para el
tratamiento de las manchas dentales.
Cuando las manchas son más
pronunciadas, el blanqueamiento de los dientes puede realizarse antes de
colocar las carillas. Dado que las carillas son muy finas y translúcidas, las
manchas pueden verse a través de la carilla si ésta es muy fuerte.
Asimismo, las carillas te
permiten cambiar otros aspectos como la forma, el tamaño y la posición del
diente.
Aunque no todas las manchas
dentales pueden evitarse, es de vital importancia una correcta higiene bucal y
nuestros hábitos alimenticios para prevenir las manchas más comunes.
Es fundamental utilizar
correctamente el uso del cepillo de dientes todos los días y acompañarlo con el
uso del hilo dental o de los irrigadores bucales. Igualmente es recomendable
reducir el consumo de alimentos o sustancias nocivas, y aclarar la boca con
agua después de su consumo.
También, como método preventivo
contra este y otros problemas, es recomendable acudir al dentista para
revisiones al menos cada seis meses.
A fin de mantener los resultados
de cualquier tratamiento durante mucho más tiempo, es indispensable llevar a
cabo una buena rutina de higiene en casa y unos hábitos alimenticios adecuados.
A continuación se detallan
algunos consejos que puede seguir para mantener el color de sus dientes:
- Limpie sus dientes después de cada comida, con un cepillo de dientes eléctrico de ser posible.
- Utiliza el hilo dental con cada cepillo.
- Enjuague con flúor después de cepillarse los dientes por la noche.
- Utilice un cepillo de cerdas suaves para no dañar el esmalte y las encías.
- Sustituya el cabezal del cepillo o el cepillo cada tres meses para que las cerdas no pierdan eficacia.
- Limitar el consumo de alimentos o bebidas que manchen los dientes.
- Evita el tabaco