Problemas de Encías Retraidas

Problemas de Encías Retraidas


Las encías retraídas o recogimiento gingival no es únicamente un problema estético, representa uno de los mayores problemas de salud bucal a nivel mundial. Según resulte el problema de las encías retraídas esta podría con el tiempo ocasionar la pérdida del tejido conjuntivo el cual rodea el diente, e inclusive, podría dañar el hueso en el que se incrusta, permitiendo que la pieza se afloje y pueda llegar a disiparse. Pese a ello, los problemas de las encías retraídas continúan siendo uno de los principales problemas más comunes en materia de salud dental y es por ello que debemos hacer más hincapié en el cepillado correcto de nuestra boca para evitar enfermedades que te causen mal aliento.

Entre otras variaciones, las piezas dentales pierden su protección ante la arremetida lucha de las bacterias, el cual pueden ver comprometida su inmovilización., o una enfermedad de las encías. Pero en seguida veremos de forma más pormenorizada, cuáles son los factores que intervienen en la aparición y el desarrollo de esta afección de las encías.

Causas de las encías retraídas

La enfermedad periodontal es la causa más importante de la retracción de las encías. En ella subyace siempre una higiene dental deficiente, que favorece la formación de placa bacteriana, aunque existen otros factores de predisposición para las encías retraídas que también son importantes como es el caso de  una limpieza dental inadecuada.

El primer paso en el desarrollo de las encías retraídas el cual debemos tomar en consideración es la inflamación de las encías en torno al diente (gingivitis) y por otro lado tenemos la formación de cálculos, que para poder eliminarlo se requiere de una limpieza dental profesional o un curetaje. Si no tratamos adecuadamente este problema de afección, esto podría ocasionarnos una periodontitis, en la que se forma lo que comúnmente se denomina bolsa periodontal  el cual puede llegar hasta la raíz del diente. El síntoma más indiscutible de esta infección vendría a ser el sangrado de las encías, durante el cepillado dental.

La inflamación de la encía consta de tres etapas:

Gingivitis: en esta primera etapa la inflamación se da por la acumulación de placa, sin embargo el daño es reversible, ya que el hueso y el tejido conectivo aún no han sido afectados.
Periodontitis: es una gingivitis avanzada, en donde el hueso y el tejido conectivo han sido dañados de forma irreversible.
Periodontitis avanzada: en esta etapa final las fibras se encuentran destruidas al igual que el hueso que sostiene los dientes, por lo que se requiere de un tratamiento mucho más profundo realizado por un dentista.

Los problemas de las encías pueden observarse si apreciamos algunos de estos síntomas:

  • Enrojecimiento, inflamación o sensibilidad.
  • Sangrado en el cepillado dental.
  • Retracción de las encías.
  • Mal aliento.
  • Limpieza Bucal y Encías Retraídas
Cuando permitimos que nuestras encías lleguen a este término de tener que retraerse lo único que nos queda es ir ante los servicios de un odontólogo para que nos haga una limpieza profesional. Por tal motivo se recomienda que  una limpieza dental se debe realizar al menos dos veces al año, claro está que esto va a depender de cada persona y de sus hábitos.

Es importante que mantengamos una buena limpieza dental para el cuidado de nuestra boca porque de lo contrario existe una elevada probabilidad de que este tipo de placa bacteriana se convierta en una Gingivitis, provocando la inflamación y enrojecimiento de las encías, llegando a sangrar con facilidad al cepillarse los dientes, no obstante debemos agregar el dolor que causa este tipo de inconveniente.

También debemos tomar en cuenta de que existe otras series de factores que pueden permitir tanto la aparición de la gingivitis como de la periodontitis, en donde debemos mencionar el hábito de fumar, los cambios hormonales propios de cada mujer, la diabetes y el uso de cualquier remedio que permita reducir la producción de saliva y/o resequedad de la boca, el cual juega un papel esencial para fiscalizar la cantidad de bacterias que se llegan a alojar en nuestra boca. Igualmente, también existen factores genéticos que hacen que unas personas sean más proclives que otras a desplegar una enfermedad periodontal.



Soluciones y tratamientos para las Encías Retraídas

Si la procedencia está en una enfermedad de las encías, lo primero es enfrentar esta problemática, mediante un tratamiento riguroso llevado a cabo por un experto en la materia periodoncia, para poder combatir este tipo de enfermedad por lo general  consiste en el raspado para poder eliminar la placa dental  que se formó en las raíces de los dientes, y un alisado radicular para restituir su forma lisa y sin anomalías.

Debemos tomar en consideración que si la causa principal del problema guarda cierta correlación con los malos hábitos, tal es el caso del mal uso del cepillado, la falta de higiene bucal o el tabaquismo, es importante que el paciente vislumbre el problema y renuncie a esas costumbres perjudiciales que permitan la retracción de las encías.

El Injertos de encía representa la otra solución para las encías retraídas, esto se hace mediante la incrustación de pequeños injertos de tejidos originario generalmente del paladar.

Es una cirugía mínimamente invasiva, y cicatriza velozmente con unos puntos de sutura. Este tipo de cirugía es conveniente para cubrir raíces expuestas, siempre  y cuando mantengamos un suficiente volumen óseo a ambos lados de la recesión, aunque no podamos revestir las raíces expuestas es necesario plantar una zona de nueva de encía en la zona que recubre los dientes para poder conseguir un apropiado sellado en contorno de los mismos y poder conservar la zona sin patologías.

¿Cómo se puede prevenir la enfermedad de las encías?

La mejor manera de prevenir la enfermedad de las encías, es mediante una buena higiene bucal, cepillar regularmente los dientes usando un cepillo suave, el uso del hilo dental para eliminar los restos de comida y el uso del enjuague bucal.

Evitar todos los alimentos ácidos (limón, pomelo), y también evitando los alimentos alergénicos (fresas, tomates, maní) ya que estos suscitan la enfermedad de las encías.


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